Volvo Bonaqua Sprint Run – La Cagamos (Castellano)

El día anterior – maldito jet lag- me pase hasta las tantas dibujando el mapa de la carrera en el Google Earth para ver el desnivel. Lo hice hasta el kilómetro 8 (cuando me cansé) y me descargue un par de ficheros con datos DEM (Digital Elevation Model) que me sirvieron para poder calcular el perfil aproximado de la carrera.

También me dio para investigar un poco quien participa y quien esta delante, y es que si un tío con 1:08:00 en media maratón queda en el décimo puesto, hay que pensar que algo huele mal.

Desde luego he cometido un montón de errores, el primero no llevar agua ni isotónica para los primeros 8 kilómetros (check point y avituallamiento). Correr en un bosque tropical o sub tropical (no voy a discutirlo) con 26 a 29 grados y casi un 98 % de humedad no es algo que encontremos a estas alturas en el Parc Güel. Otro error fue empezar la carrera a un ritmo moderado, unos 3:40 el kilómetro que me dejaron en medio del pelotón el primer kilómetro. ¿Qué cojones pasa aquí? Me preguntaba. Y pronto me respondieron, acabado el primer kilómetro el camino se hacia tan estrecho que en algunas zonas no se podía ir más que en fila india.

Desde el 1.6 al 2.5 el camino era de subida, una subida bestial, pero fui capaz de hacerlo corriendo, a un ritmo modesto, pero corriendo. Desde el 4 al 4,8 mis piernas dijeron basta, totalmente llenas de acido láctico y calambres que me provocaron las escaleras de esta sección. Totalmente exhausto, sin poder correr y a veces sin poder pasar a corredores más lentos llegue al punto más alto, de unos 260 metros.

La bajada no fue más fácil, escaleras, llanos, cortas subidas… Comencé una bajada suicida desde el 5 al 7.5 jugándome el tipo y pasando a gente por las cunetas. Tuve un par o más de avisos: te vas a romper un tobillo. Pero llegue a una sección de asfalto en el 6 donde pude recuperar algunas posiciones a un ritmo de 4:45 (reíros, reíros).

Antes de llegar al avituallamiento y check point de la playa de Pui O tuvimos que cruzar una lengua de mar que me dejo empapados los pies y llenos de arena. Odio correr en la playa, de hecho nunca lo he hecho con lo que imite a los que si lo hacen y me puse en la zona donde la arena esta mojada. Cruce este punto en el top 10 o 15, según me dijo un amigo que estaba allí.

El tiempo del ganador fue 48 minutos versus mis 52 en este punto. Sólo quedan 4 kilómetros, animo!

Mierda, tengo que correr 700 metros por las rocas que están al final de la playa (bueno correr o andar), saltando de una a otra roca que además resbala de forma peligrosa. Con esto no contaba.

No es lo que mejor hago, pero lo puedo hacer. Mientras busco la mejor ruta me caigo al mar. No es una caída grave pero me golpeo la rodilla y me hago una herida algo aparatosa con los mejillones de la roca con la que golpeo. Se acaban las rocas pero ahora hay que correr en una playa llena de piedras redondas y basura varia. A la mierda, quiero mucho a mis piernas y las guardo para batallas más heroicas-

El incidente, el miedo, mi poca aptitud para correr en cantos rodados hacen que la gente me pase y pierda mucho tiempo en esta sección.

Llega el tramo del río, un kilómetro de despropósito cuesta arriba siguiendo el curso de un río lleno de rocas con verdín, que resbalaban más que pastillas de jabón, secciones que incluían subir ayudado de cuerdas e incluso una escalera del mismo material. Durante los primeros 700 metros avanzo bien y paso a gente pero mi rodilla no para de sangrar, estoy cansado, sobre todo los brazos y hombros y mi moral ya no esta en modo agresivo, si no en modo “llega entero a casa”. Menos mal que me compre los guantes porque has de usar las manos y los brazos constantemente.

Unas 5 personas o quizás más me pasan en los último 300 metros, pero es que ya me daba igual. En otra sección de asfalto de unos 200 metros recupero posiciones y paso a dos de ellos corriendo por una carretera abierta al tráfico.

Un descenso suicida más sin fuerzas para controlar un error y llego al último kilómetro y medio. No esta mal.

Lo que no esperaba era otra vez la playa llena de cantos rodados y los acantilados, así que desmoralizado me pongo a andar otra vez. Demasiado cansado para pensar y para ver donde pongo los pies. No quiero más heridas.

Termino la carrera exhausto pero sobre todo pienso que he fracasado mi misión, con una conejo hija que se ilusionó al verme tan arriba en el 8 y que asistió a mi hundimiento.

Lo he hecho lo mejor que he podido, lo he dado casi todo, he sufrido casi más que nunca pero ni me esperaba esto ni me he entrenado para ello. Además conforme te haces viejo quieres más a tu pellejo que lo que crees.

En fín, no me quede a la fiesta, no soy muy sociable y no estaba de mucho humor por lo que me fui a visita el Buda gigante de Lantau.